¿Cómo volver a un lugar donde fuiste feliz?
Hay una famosa frase que dice que no hay que volver a un lugar donde uno fue feliz, y como muchas otras frases y cosas que uno va escuchando por la vida sin hacer mayor análisis, suelen quedarse dentro nuestro como verdades absolutas.
¿De dónde salió esta frase? No tengo idea, pero más de una vez se me vino a la mente al momento de estar en algún lugar donde había sido feliz, sintiendo que no estaba cómodo o a gusto allí, donde en algún momento del pasado había disfrutado tanto de ese mismo lugar o experiencia. Esto me llevó a pensar más de una vez que efectivamente esta era una verdad absoluta y que no debía intentar volver a los lugares donde las experiencias habían sido buenas.
Sin dudas dos experiencias nunca son iguales, pero ¿cómo podemos hacer para volver a un lugar donde fuimos felices y aun así poder disfrutarlo?
Hubo una ciudad en particular donde viví (Valencia), y cuya experiencia fue tan increíble que cada vez que volvía me sentía raro, como que faltaba algo, como que no tenía el mismo sabor. No la podía disfrutar.
Entendí por momentos que era porque la configuración no era la misma. Algunos amigos ya no estaban allí, el lugar donde trabajaba ya no era mi lugar de trabajo, y tantas otras cosas más que hacían que la ciudad donde yo había vivido no sea la misma que estaba visitando.
Aun entendiendo esto, quería encontrar la forma de disfrutarla, pero había algo que aun no me lo permitía.
Casi un año más tarde, y después de haber comenzado una vida nueva en una ciudad donde estaba siendo muy feliz también (Barcelona), decidí ir de vacaciones, y algo mágico sucedió.
Llegué a la ciudad y una inmensa felicidad se apoderó de mí. Una sonrisa se me dibujó en la cara y no podía entender qué estaba pasando.
A los pocos minutos de llegar, me junte con un amigo a charlar y le conte esto que estaba sintiendo por primera vez desde que me había ido, a lo que él me respondió:
”Será entonces que en el lugar que estas ahora estas mejor o igual de feliz que cuando estabas acá.”
Fue ahí cuando me di cuenta que las veces anteriores que había vuelto no había podido disfrutar porque en el lugar donde vivía en ese momento (Londres) no estaba siendo una buena experiencia.
Solo puedes disfrutar un lugar donde fuiste feliz, si en el lugar que estas ahora estas igual o mas feliz que como estabas allí.
Y así, como si fuese una receta mágica, o el lado B de una misma moneda, esta nueva frase se agregó a aquella que tantas veces había escuchado y cuya receta había intentado seguir para evitar malos tragos.
La respuesta a cómo volver a un lugar donde fui feliz apareció, y es asegurándome que en el lugar donde estoy ahora, estoy igual o más feliz que cuando estaba en el lugar al que quiero volver.
Con el tiempo también entendí que esto no solo aplica a lugares o experiencias, sino que también aplica a las relaciones con personas.